viernes, 24 de octubre de 2014

Chocolate

Amantes nocturnos,
furtivo corazón,
encuentros bajo la luna,
donde solo los labios
permiten ejercer presión..

Te veo cada noche,
perdida entre las ramas,
de esa flor que creció arbusto,
esa espina que se volvió espada.

Somos aves nocturnas,
dueñas de la oscuridad;
aunque volamos a ciegas
siempre nos vamos a encontrar.

Te me pierdes de vista
por la solitaria penumbra,
pero tus labios me encuentran
tu boca me explora

Te veo cada noche en aquel callejón,
donde no hay palabras,
que no salgan del corazón;
si no te veo te pienso,
porque eres el suspiro,
que se escapa;
mientras nos derretimos en un beso;
prometo tomarte fuertemente,
aprisionarte en mi pecho;
tocar tu rostro suavemente,
entre luces escarlata.-

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